Una parte importante de la inmigración actual puede considerarse un fenómeno
provocado por factores económicos, o por una combinación de factores económicos y factores
sociales y políticos, como la falta de libertad en algunos regímenes poco democráticos. En otras
palabras, gran parte del fenómeno probablemente pueda atribuirse a factores de “empuje” y
“atracción”. La gran ventaja de una inmigración debida fundamentalmente a factores económicos
es que apenas presenta problemas. Es cierto que la inmigración puede crear tensiones; estamos ya
acostumbrados a ver disturbios más o menos graves en prácticamente todos los países receptores
de inmigrantes (quizá los más destacados sean los recientes acontecimientos ocurridos en países
como Francia, los Países Bajos y Dinamarca). Pero aun así, sostengo que la inmigración por causas
económicas o laborales se caracteriza por ser una respuesta a una demanda de mano de obra
inmigrante por parte de los países receptores, por lo que lo más probable es que con ella se consiga
un mayor crecimiento económico que sin ella. Además, la inmigración mejora las perspectivas de
las personas que migran y, por lo general, los países de origen también se benefician de ella gracias
a las remesas de dinero que sus diásporas envían a casa. En otras palabras, una vez que los
inmigrantes consiguen acceder al mercado laboral del país que los acoge, la inmigración se
convierte en una situación probablemente favorable para ambas partes.
Decir que la inmigración económica apenas plantea problemas no quiere decir que no plantee
ninguno. Posiblemente pueda afirmarse que, antes o después, lo más probable es que los países
receptores de inmigrantes terminen adaptándose a la integración actual,pero también es cierto que
se avecinan importantes problemas en el horizonte estratégica.
A corto plazo, desde un punto de vista estratégico el principal problema planteado por una
inmigración económica masiva, como la experimentada actualmente por España y EEUU, por
ejemplo, es la forma en que los inmigrantes consiguen entrar en el país (legal o ilegal). La entrada
legal no plantea problemas, pero la ilegal nos expone a ciertos riesgos en materia de seguridad. Un
nivel elevado de inmigración ilegal deja entrever que los controles de entrada al país son
inadecuados, hecho que juega a favor de toda persona implicada en actividades de tráfico ilegal,
terrorismo o crimen organizado.
Por último, desde 2001 el elemento religioso y las connotaciones culturales vinculadas a diversas
religiones han pasado a presidir el debate público sobre los pros y los contras de la migración
internacional. Aunque no se diga abiertamente, el debate se reduce en realidad a cómo lograr
dirigir las oportunidades de inmigración hacia el país de origen con el perfil adecuado.
Este trabajo me parecio interesante ya que su contenido abarca datos muy esenciales a cerca del tema :3
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EliminarEste trabajo me parecio muy importante ya que nos da a conocer los factores por los cuales se dio este problema en nuestra sociedad.
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